martes, 11 de agosto de 2009

Dos amigos con mucho amor‏

Tengo un par de amigos que están muy necesitados y no lo están pasando demasiado bien. He pensado que quizá conozcáis a alguna gente que ame a los animales casi tanto como vosotros y pudiese darles una oportunidad. Os adjunto las fotos y os cuento un poco de ellos. Os lo envío por si diese la casualidad que conociéseis a sus almas gemelas.
Él se llama Mimo.Es un cruce de drahthaar. Muy jovencito. Creemos que llega justito al año.Cuando lo recogimos desesperado por la carretera allá por Abril todavía hacía pipí agachado como un cachorrón. Lo más destacable de este perro es su excelente caracter: es confiado, dócil y muy , muy mimoso (de ahí su nombre). Mimo pasó dos meses en una perrera porque no pudimos encontrar ninguna casa de acogida para él. Durante ese tiempo lo pasó muy mal ya que los compañeros de jaula le intimidaban con solo mirarle y la pobre criaturilla no osaba moverse de un rinconcito. Adelgazó de forma alarmante y psicológicamente estaba totalmente abatido. Hicimos un llamamiento de ayuda y una compañera animalista de Madrid se ofreció para pagarle una residencia canina así como la alimentación hasta que fuese adoptado. En la residencia se recuperó de forma muy positiva y muy rápida: ha engordado mucho, ha recuperado vitalidad en su pelo y tiene una energía desbordante. Pero, Mimo, no tiene suerte. Es un perillo grande y enérgico que necesita un hogar con espacio y una familia con mucho amor y paciencia. Para colmo de males, la compañera que visita a Mimo semanalmente ha observado que probablemente tiene dificultades auditivas, quizá algún grado de sordera. Su madrina no puede correr con más gastos, la asociación no puede hacerse cargo de analíticas ni pruebas audiométricas y lo peor es que este factor hace su adopción todavía más difícil. Hoy en día la educación de un perro sordo, si lo fuese, no supone un gran handicap, pero se necesita de gente con mucho amor por los animales y mucha disposición para emprender el reto.
Ella se llama Zarza. Vivió durante mucho tiempo en la calle en unas condiciones penosas repleta de garrapatas y parásitos. Una compañera animalista iba cada día en su busca para procurarle alimento. Durante un tiempo desapareció y temimos por su vida ya que por la zona recoge una perrera en la que el sacrificio es la norma. Cuando se encontró de nuevo la compañera la llevó a una residencia que ella misma está costeando. Se ocupa también de su alimentación y de visitarla periodicamente.Hace una semana Zarza comenzó a estar algo débil y decaida. La lamentable noticia es que sufre leishmania a unos niveles bastante altos aunque sus órganos afortunadamente todavía no están afectados. Para poderla sacar adelante hace falta ponerle una inyección cada 12 horas lo cual es imposible en la residencia. Estamos buscando desesperadamente una acogida aunque sea provisional. Hace apenas media hora me comunican que una compañera podrá tenerla en su casa dos semanas, pero el tratamiento es mucho más largo...
Es una pena que dos animales tan estupendos y con tanto que dar hayan sufrido tanto y lleven tanto esperando.Si conocéis a alguien que quiera o pueda darles una oportunidad, no dudéis en contactar conmigo.Ambos están en Valencia, pero se enviarían. Contacto: nor.carbonell@gmail.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario